PRONUNCIAMIENTO 25 DE NOVIEMBRE, DIA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER.

“Una de cada tres mujeres ha sufrido violencia a lo largo de su vida” (Organización de las Naciones Unidas).

Realidad fría y preocupante que refleja las acciones predominantes del hombre sobre la mujer a lo largo de la historia,  que la ha despreciado, ridiculizado y violentado.

La mujer es un ser humano creado con dignidad, a imagen y semejanza de Dios, con talentos, dones, capacidades para desarrollarlas no sólo en el hogar, sino en las diferentes esferas de la sociedad. Mujeres que lastimosamente dentro de los hogares, el trabajo, la escuela, la iglesia, enfrentan hoy en día violencia,  ya sea física, sexual, psicológica, entre otras y que muchas veces son coaccionadas para no denunciar los atropellos que sufren.

El Salvador, no es la excepción, según informaciones del Ministerio de Salud, las cifras preocupan, ya que van en aumento, por ejemplo: “Del total de atenciones a mujeres por violencia intrafamiliar durante 2012, el 60 % (866 casos) correspondió a violencia psicológica; el 24.9 % (219 casos) a violencia sexual y el 15.2 % (219 casos) a violencia física.”

Es importante recordar en la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el 25 de noviembre,  que debe ser una oportunidad para que las mujeres levantemos nuestra voz para expresar el irrespeto hacia nuestros derechos humanos y la demanda de un trato humano, igualitario y justo en nuestras sociedades en sus diferentes ámbitos.

Ante esto la Asociación de Apoyo Integral para la Mujer (ASIMUJER), Considera importante expresar:

• Que las diferentes Leyes que respaldan a la mujer en nuestro país deben ser  aplicadas con la seriedad y responsabilidad necesarias, para que a la mujer se le garantice una vida libre de violencia en todos los ámbitos donde ella está inmersa.
• Que las diferentes iglesias cristianas evangélicas, mantengan dentro de sus agendas, el abordaje desde sus púlpitos el tema de la violencia contra las mujeres, así como también el respeto a la imagen de cada una de las mujeres que conforman las congregaciones y la exposición bíblica  correcta que honra y dignifica tanto a hombres como a mujeres.
• Que las diferentes organizaciones de mujeres, ya sea que estén aglutinadas en las iglesias evangélicas, o en otros espacios de la sociedad, puedan pronunciarse en contra de la violencia que viven las féminas, a nivel familiar, laboral y académico.
• Es importante recordar la dignidad que Dios ha dado a la mujer, considerándola un ser importante dentro de la creación, así como también en el desarrollo de la vida, aportando conocimientos, vida y contribuyendo en la estabilidad de las familias.
• Públicamente externamos nuestra solidaridad a las niñas, mujeres solteras, casadas, viudas, madres solteras, abuelas, que por diferentes razones sus vidas están enfrentando violencia. A la vez les animamos a poner un ¡ALTO!  al círculo de violencia, denunciando ante las autoridades correspondientes esta problemática, no importando el estrato social al cual se pertenezca, o el cargo que el maltratador posee ya sea en el trabajo, la congregación, etc.

Recordamos palabras del Profeta Jeremías: “Me duele en lo más profundo de mi alma ver sufrir a las mujeres de mi ciudad” (Lamentaciones 3:51).